The Winds Of Orisha

THE WINDS OF ORISHA

I

This land will not always be foreign.
How many of its women ache to bear their stories
robust and screaming like the earth erupting grain
or thrash in padded chains mute as bottles
hands fluttering traces of resistance
on the backs of once lovers
half the truth
knocking in the brain like an angry steampipe
how many     long to work or split open
so bodies venting into silence
can plan the next move?

Tiresias took 500 years they say
to progress into woman
growing smaller and darker and more powerful
until nut-like, she went to sleep in a bottle
Tiresias took 500 years to grow into woman
so do not despair of your sons.

II

Impatient legends speak through my flesh
changing this earth's formation
spreading
I become myself     an incantation
dark raucous characters
leaping back and forth across bland pages
Mother Yemanja raises her breasts to begin my labor
near water
the beautiful Oshun and I lie down together
in the heat of her body's truth
my voice comes stronger
Shango will be my brother roaring out of the sea
earth shakes our darkness
swelling into each other
warning winds announce us living
as Oya, Oya my sister my daughter
destroys the crust of the tidy beaches
and Eshu's Black laughter
turns up the neat sleeping sand.

III

The heart of this country's tradition is its wheat men
dying for money
dying for water     for markets     for power
over all people's children
they sit in their chains on their dry earth
before nightfall
telling tales as they wait for completion
hoping the young ones can hear them
earthshaking fear wreathes their blank weary faces
most of them have spent their lives and their wives
in labor
most of them have never seen beaches
but as Oya my sister moves out of the mouths
of their sons and daughters against them
I swell up from the page of their daily heralds
leap out of the almanacs
instead of an answer to their search for rain
they will read me
the dark cloud
meaning something entire
and different.

When the winds of Orisha blow
even the roots of grass
quicken.

Audre Lorde, 1970

*
LOS VIENTOS DE ORISHA

I

Esta tierra no siempre será extranjera.
¿Cuántas de sus mujeres ansían contar sus historias
robustas y gritando como la tierra que escupe grano
o se revuelven en cadenas acolchadas mudas como botellas
las manos batiendo rastros de resistencia
sobre las espaldas de antiguos amantes
la mitad de la verdad
silbando en el cerebro como un tubo de escape furioso
cuántas     anhelan trabajar o partirse en dos
para que cuerpos en silencioso reposo
planeen el siguiente paso?

Tiresias tardó 500 años según dicen
en llegar a ser mujer
fue haciéndose más pequeño y más oscuro y más poderoso
hasta que seco, se fue a dormir a una botella
Tiresias tardó 500 años en hacerse mujer
así que tened paciencia con vuestros hijos.

II

Impacientes leyendas hablan a través de mi carne
cambiando la formación de esta tierra
extendiéndose
yo misma me convierto en     un conjuro
oscuros y roncos personajes
brincando de acá para allá sobre insípidas páginas
Madre Yemanyá se alza los pechos para comenzar mi parto
cerca del agua
la hermosa Oshun y yo yacemos juntas
al calor de la verdad de su cuerpo
mi voz se hace más fuerte
Shango será mi hermano rugiendo desde el mar
la tierra tiembla nuestra oscuridad
creciendo en el otro
vientos de aviso nos declaran vivos
mientras Oya, Oya mi hermana mi hija
destruye la corteza de las minúsculas playas
y la Negra risa de Eshu
despierta la pulcra y durmiente arena.

III

El corazón de la tradición de este país es sus hombres de maíz
que mueren por dinero
que mueren por agua     por mercados     por poder
sobre los hijos del pueblo entero
se sientan con sus cadenas en su tierra seca
antes del anochecer
y cuentan fábulas mientras aguardan la compleción
con la esperanza de que los jóvenes las oigan
un retumbante terror envuelve sus agotados e inexpresivos rostros
casi todos han pasado su vida y su matrimonio
trabajando
casi ninguno ha visto nunca una playa
pero mientras Oya mi hermana sale de las bocas
de sus hijos e hijas contra ellos
yo salgo de la página de sus quehaceres diarios
salto de los almanaques
y en lugar de una respuesta a su busca de lluvia
me leerán a mí
la oscura nube
que significa algo entero
y diferente.

Cuando los vientos de Orisha soplan
hasta las raíces de la hierba
se dan prisa.
traducción de Torres Ruiz