Teacher

TEACHER

I make my children promises
in wintery afternoons
lunchtime stories
when my feet hurt from talking too much
and not enough movement
except in my own
worn down at the heel shoes
except in little circles of broken-down light
I am trapped in
the intensities of my own (our) situation
where what we need and do not have
deadens us
and promises sound like destruction.

White snowflakes clog the passages
drifting through halls and corridors
while I tell stories with no ending
at lunchtime
the children's faces wear uneasy smiles
like a heavy question
food is provided with a frightening efficiency
the talk is free/dom meaning state
condition of being.

We are elementary forces
colliding in free fall.

And who will say I made promises
better kept in confusion
than time     grown tall and straight
in a season of snow
in a harsh time of sun that withers
who will say as they build
ice castles at noon
living promises I made
these children     who will say
we have laid out the new cities
with more love than our dreams?

Who will hear     freedom's bell deaden
in the clang of the gates of the prisons
where snowmen melt into darkness
unforgiven and so remembered?

       How we romped through so many winters
       made snowballs     played at war. . . .

As the promises I make children
sprout like wheat from an early spring's wager
who will hear freedom
ring in the chains of promise
who will forget the curse
of the outsider
who will not recognize our season
as free
who will say
Promise corrupts
what it does not invent?

Audre Lorde, 1971

*
MAESTRA

Hago promesas a mis hijos
las tardes de invierno
historias de sobremesa
cuando me duelen los pies de hablar demasiado
y no moverme lo suficiente
salvo en mis
zapatos gastados por el talón
salvo en pequeños círculos de luz rota
estoy atrapada en
las intensidades de mi (nuestra) situación
donde lo que necesitamos y no tenemos
nos entumece
y las promesas suenan a destrucción.

Copos de nieve atascan los pasajes
cayendo en vestíbulos y pasillos
mientras cuento historias sin desenlace
durante el almuerzo
en las caras de los niños incómodas sonrisas
como preguntas pesadas
la comida es facilitada con una eficiencia que espanta
la charla es libre/tad entendida como estado
condición del ser.

Somos fuerzas elementales
chocando en caída libre.

¿Y quién dirá que hice promesas
que se mantienen mejor en la confusión
que en el tiempo     que crecen altas y erguidas
en una estación de nieve
en tiempos difíciles de sol que se marchita
quién dirá mientras construye
castillos de hielo a mediodía
viviendo las promesas que les hice
a estos niños     quién dirá
que hemos trazado las nuevas ciudades
con más amor que nuestros sueños?

¿Quién oirá     la campana de la libertad ensordecer
en el estrépito de las puertas de las cárceles
donde hombres de nieve se derriten en oscuridad
sin perdón y sin olvido?

       Cómo sorteábamos los inviernos
       bolas de nieve juegos de guerra. . . .

Si las promesas que hago a niños
brotan como trigo de una apuesta de primavera
¿quién oirá la libertad
repicar en las cadenas de la promesa
quién olvidará la maldición
del forastero
quién no reconocerá nuestra estación
como libre
quién dirá que
La promesa corrompe
lo que no inventa?


traducción de Torres Ruiz