The day they eulogized Mahalia
the echoes of her big voice stilled
and the mourners found her
singing out from their sisters' mouths
from their mothers' toughness
from the funky dust in the corners
of Sunday church pews
sweet and dry and simple
and that hated Sunday morning fussed-over feeling
the songs
singing out from their mothers' toughness
would never threaten the lord's retribution
anymore.
Now she was safe
acceptable that big Mahalia
Chicago turned all out
to show her that they cared
but her eyes were closed
And although Mahalia loved our music
nobody sang her favorite song
and while we talked about
what a hard life she had known
and wasn't it too bad Sister Mahalia
didn't have it easier earlier
SIX BLACK CHILDREN
BURNED TO DEATH IN A DAY CARE CENTER
on the South Side
kept in a condemned house
for lack of funds
firemen found their bodies
like huddled lumps of charcoal
with silent mouths wide open.
Small and without song
six Black children found a voice in flame
the day the city eulogized Mahalia.
Audre Lorde, 1971
*
EL DÍA QUE ELOGIARON A MAHALIAEl día que elogiaron a Mahalia
los ecos de su gran voz se apagaron
y los dolientes la hallaron
cantando en la boca de sus hermanas
en la fortaleza de sus madres
en el polvo mohoso de los rincones
de bancos de iglesia
dulce y seca y simple
y aquellos odiados aspavientos dominicales
las canciones
a viva voz en la fortaleza de sus madres
ya no comprometerían el castigo del señor
nunca más.
Ahora que era segura
aceptable la gran Mahalia
Chicago entero acudió
para mostrarle sus respetos
pero tenía los ojos cerrados
Y aunque a Mahalia le encantaba nuestra música
nadie cantó su canción favorita
y mientras comentábamos
qué vida tan dura había tenido
y qué pena que la Hermana Mahalia
no lo tuviera más fácil poco antes
SEIS NIÑOS NEGROS
SE QUEMABAN VIVOS EN UNA GUARDERÍA
del South Side
retenidos en una casa inhabitable
por falta de fondos
los bomberos encontraron sus cuerpos
como carbón de leña amontonado
con las bocas abiertas en silencio.
Pequeños y sin canción
seis niños Negros hallaron una voz en la llama
el día que la ciudad elogió a Mahalia.
traducción de Torres Ruiz