My sister has my hair my mouth my eyes
and I presume her trustless.
When she was young open to any fever
wearing gold like a veil of fortune on her face
she waited through each rain
a dream of light.
But the sun came up
burning our eyes like crystal
bleaching the sky of promise and
my sister stood
Black unblessed and unbelieving
shivering in the first cold show
of love.
I saw her gold become an arch
where nightmare hunted
the porches of her restless nights.
Through echoes of denial
she walks
a bleached side of reason
secret now
my sister never waits
nor mourns the gold
that wandered from her bed.
My sister has my tongue
and all my flesh
unanswered
and I presume her
trustless
as a stone.
Mi hermana tiene mi pelo mi boca mis ojos
y la supongo desconfiada.
Cuando era joven abierta a cualquier frenesí
luciendo oro cual velo de fortura sobre su rostro
ella esperaba con cada lluvia
un sueño de luz.
Pero el sol salía
quemando nuestros ojos cual cristal
borrando la promesa del cielo y
mi hermana seguía allí
Negra incrédula y desdichada
tiritando de la primera muestra de frialdad
del amor.
Vi su oro convertirse en un arco
donde la pesadilla peinaba
los porches de sus noches en vela.
Entre ecos de negación
ella recorre
una orilla blanqueada de la razón
hoy en secreto
mi hermana nunca espera
ni llora el oro
que se alejó de su cama.
Mi hermana tiene mi lengua
y toda mi carne
sin respuesta
y la supongo
desconfiada
como una piedra.
burning our eyes like crystal
bleaching the sky of promise and
my sister stood
Black unblessed and unbelieving
shivering in the first cold show
of love.
I saw her gold become an arch
where nightmare hunted
the porches of her restless nights.
Through echoes of denial
she walks
a bleached side of reason
secret now
my sister never waits
nor mourns the gold
that wandered from her bed.
My sister has my tongue
and all my flesh
unanswered
and I presume her
trustless
as a stone.
Audre Lorde, 1966
*
PARECIDO FAMILIARMi hermana tiene mi pelo mi boca mis ojos
y la supongo desconfiada.
Cuando era joven abierta a cualquier frenesí
luciendo oro cual velo de fortura sobre su rostro
ella esperaba con cada lluvia
un sueño de luz.
Pero el sol salía
quemando nuestros ojos cual cristal
borrando la promesa del cielo y
mi hermana seguía allí
Negra incrédula y desdichada
tiritando de la primera muestra de frialdad
del amor.
Vi su oro convertirse en un arco
donde la pesadilla peinaba
los porches de sus noches en vela.
Entre ecos de negación
ella recorre
una orilla blanqueada de la razón
hoy en secreto
mi hermana nunca espera
ni llora el oro
que se alejó de su cama.
Mi hermana tiene mi lengua
y toda mi carne
sin respuesta
y la supongo
desconfiada
como una piedra.
traducción de Torres Ruiz